No te rindas sin intentarlo antes

Terminamos ya la última semana del año y aún estamos a tiempo de comenzar con los propósitos que nos pusimos como meta al comer las uvas. De acuerdo con un investigación de Forbes, la gente que trabaja en sus propósitos, se va reduciendo conforme los meses avanzan.

Después de una semana el 75% de las personas permanecen motivadas, después de un mes sólo 64%; para medio año menos de la mitad sigue intentando y a finales de año sólo el 8% de las personas logran cumplir con sus propósitos fijados en enero.

Parte importante de esto radica en la motivación y la organización que tengamos para intentar e intentar. Ambos puntos son muy importantes para lograr cualquier objetivo pero hay que tener en cuenta que estos no se adquieren de la noche a la mañana.

Para nuestra buena suerte, la ciencia viene a nuestro rescate. Aunque existen varias teorías, técnicas y prácticas para ayudarnos a nosotros la que nos ha funcionado es la ciencia del cambio conductual, que se divide en tres ideas.

Para crear un hábito, como: hacer más ejercicio, comer sano, leer más o terminar la tesis, ten en cuenta lo siguiente:

Ser más específicos

Frases como “comer mejor”, “bajar de peso”, “aprender un nuevo idioma” son comunes pero también muy imprecisas. La mejor recomendación a la hora de establecer un propósito es ser muy concreto en lo que se quiere hacer. Puedes cambiar “bajar de peso” a “correr tres veces a la semana después del trabajo” o “aprender inglés” a “inscribirme a clases de inglés los días sábado”.

La planificación es la clave

Sabemos que tienes que trabajar, ir por los niños a la escuela o estudiar, por lo que continuar con tu meta puede parecerte tarea imposible. Por eso, una parte clave del proceso del éxito es diseñar un plan adecuado una vez puntualizado tu objetivo.

Si ya tienes la idea en tu cabeza, utiliza herramientas o aplicaciones que te ayuden a empezar. Es tan simple como tener una libreta y un lápiz siempre contigo. Si quieres clavarte más puedes empezar a llevar un agenda o sacarle provecho a tu smartphone. Las personas que ya hacen esto, será más fácil, encuentren un espacio en su planificación e integrarlo a su rutina.

Sé bueno contigo

Hay una palabra clave en este punto que debemos evitar: el autosabotaje. ¿Qué es? una parte que no percibimos de nosotros, que puede aferrarnos a nuestra zona de confort y no de buena manera. Pasa mucho al momento de querer cumplir nuestros propósitos y puede manifestarse en la búsqueda de excusas para dejarlos.

Para combatir este mal es importante querernos a nosotros mismos, ¿cómo? lo principal sería demostrándonos paciencia, permitiendo los errores, así cuando fallemos no tengamos miedo en volver a intentarlo.