Una vez más, un colosal iceberg acaba de desprenderse en la región de la Antártida

Un fenómeno que podría afectar en gran medida los niveles del mar

A principios de este año, un desprendimiento de hielo se liberó en la región de la Antártida, provocando el interés de científicos y público en general; este iceberg estuvo nadando libremente por el océano y fungiendo como una importante alerta de cómo el planeta está siendo afectado por el calentamiento global.

Ahora, algo similar está sucediendo, esta ocasión con un enorme trozo de hielo desprendido del glaciar de la Isla Pine, nuevamente en la Antártida.

Este nuevo iceberg, no tan grande como el fragmento desprendido hace unos meses, sigue teniendo proporciones considerables. Es, aproximadamente, cuatro veces y medio del tamaño de la ciudad de Manhattan, Nueva York; unos 165 kilómetros de superficie.

Lo más interesante, no es sólo el tamaño, sino la ubicación donde este glaciar se ha liberado. En la mayoría de los casos, los icebergs se liberan de los bordes de los glaciares, pero en este caso ha ocurrido en una sección del centro. Este fenómeno es bastante extraño, los investigadores teorizan que podría ser el resultado de la temperatura del océano debajo del hielo.

El derretimiento de los glaciares y los icebergs en general son de interés para científicos de todo el mundo, pero la Isla Pine es de particular interés debido a su potencial para impactar en gran medida los niveles del mar. Si el glaciar se derritiera en su totalidad, podría aumentar los niveles del mar en más de un metro y medio. Esto sería suficiente para afectar a las comunidades que viven en las playas.

Estas serán las consecuencias después del desprendimiento del iceberg en la Antártida

El pedazo de hielo pesa alrededor de un trillón de toneladas

Los científicos y el público general han puesto atención en la crisis que ha desatado el desprendimiento de un monumental iceberg en la península antártica, que ahora flota sobre el mar de Weddell.

El gran pedazo de hielo mide el equivalente a un país pequeño y se separó de la plataforma de hielo llamada Larsen C; cientificos han pasado meses monitoreando su comportamiento, pero un reciente aumento de la fisuración provocó su desprendimiento.

Pero los peligros reales no terminan con ese suceso; en realidad apenas comienzan.

El iceberg, que se estima pesa alrededor de un trillón de toneladas, ahora flota suelto en el océano y es un peligro potencial para la industria naval. Es difícil saber cómo se comportará el trozo de hielo -si permanecerá en una sola pieza o se romperá en pequeños pedazos potencialmente más peligrosos- o hacia dónde irá.

Si el hielo se dirige hacia el norte a aguas más cálidas, su fusión será más probable y rápida, pero si se descompone en trozos más pequeños, podría crear una situación muy peligrosa para los buques comerciales, así como para expediciones alrededor de la península antártica.

Esto fenómeno no es el primero en suceder, desde 1975 a 2007 se han separado y reubicado más de 19 mil kilómetros cuadrados de hielo y todo indica que seguirá sucediendo.

Tal parece que los terrenos de la región están redibujándose y cambiando con mucha regularidad.