Un objeto no identificado orbitó cerca de la Tierra y los científicos intentan averiguar que fue

Una cosa es segura: no proviene del Sistema Solar

Cuando se trata de objetos que flotan alrededor de nuestro Sistema Solar, los científicos tienen un buen manejo para conocer lo que son. Además de planetas, planetas enanos y lunas, muchos cuerpos más pequeños como cometas, asteroides, etc. han sido rastreados y estudiados durante décadas. Hace solo unos días, algo cruzó la Tierra y se lanzó al espacio gracias a la gravedad del sol, y los científicos aún no pueden decir con certeza de qué se trataba.

El objeto fue descubierto originalmente por astrónomos en Hawaii utilizando el telescopio PanSTARRS1. Avanzaba por el espacio a una velocidad de 16 millas por segundo, y se precipitó alrededor de nuestro Sol, pasó al lado de la Tierra a una distancia de alrededor 15 millones de millas, y luego se dirigió directamente al espacio.

Originalmente se pensó que era un comenta, el misterioso visitante se acercó tanto al sol que probablemente se hubiera quedado debido al intenso calor, pero no fue así. Las observaciones posteriores sugirieron que el objeto podría ser realmente un asteroide y no un cometa, lo que explicaría su incapacidad de desintegrarse.

Las estimaciones actuales más ampliamente aceptadas dicen que su tamaño ronda 500 pies de diámetro, que es bastante pequeño, pero aún lo suficientemente grande como para causar un daño grave a cualquier cuerpo celeste con el que se cruce.

Fuera lo que fuese, los científicos están seguros de que no era de nuestro sistema solar. La trayectoria del objeto no tendría absolutamente ningún sentido para algo que esté orbitando alrededor del sol, y el ángulo al que se acerca realmente indica que proviene de una constelación.

Los científicos están abiertos a seguir investigando más sobre este raro evento.

El fenómeno espacial más impresionante del año: ondas gravitacionales de una explosión estelar

La predicción de Einstein se ha hecho realidad

Hace más de un siglo, Albert Einstein predijo por primera vez la existencia de las ondas gravitacionales; y hace unos días fueron captadas junto al estallido de luz producidos por la fusión de dos estrellas neutrones, las más pequeñas y densas del universo.

La fusión de las dos estrellas  sucedió hace 130 millones de años en NGC 4993, una galaxia de la constelación de Hidra. Cuando se aproximaba su colisión, los dos cuerpos celestes liberaron su masa en forma de ondas gravitacionales que se expandieron a la velocidad de la luz; como decía Albert Einstein con la Teoría de la Relatividad, deformaron el espacio y tiempo hasta llegar a la Tierra.

El primer en detectarlo fue el software de detección automática del observatorio de ondas gravitacionales LIGO en Estados Unidos, del cual sus creadores ganaron el premio Nobel de Física este año.

Segundos después, el telescopio espacial Fermi de la NASA y el Integral de la Agencia Espacial Europea observaron un estallido de rayos gamma, la explosión más fuerte después del Big Bang. En cuestión de semanas, 70 observatorios alrededor del mundo captaron el evento con rayos x, ondas de radio, luz visible e infrarroja.

La fusión duró en total 100 segundos y la comunidad científica lo considera un hito histórico, pues se tiene el calculo que este tipo de explosiones solo suceden una vez cada 10 mil años.

Científicos quieren que los próximos astronautas vivan en un tubos de lava

¿Qué?

Que los humanos establezcan cualquier tipo de base en la Luna, es una idea que nos ha perseguido a través de películas de ciencias ficción, libros y videojuegos por muchos años.

Desafortunadamente, vivir en el espacio resulta un reto muy complicado y la idea de cualquier tipo de refugio en la Luna requiere resolver algunos problemas muy difíciles, como los cambios de temperatura y la radiación.

Es por eso que los investigadores de la agencia japonesa JAXA han propuesto un posible solución: utilizar tubos de lava que se encuentran en la superficie lunar como refugios improvisados.

Después de una intensa búsqueda, se localizó una posible ubicación en un área de la Luna conocida como Marius Hills. La investigación fue publicada en Geophysical Research Letters.

Los tubos se forman cuando la parte externa de una corriente fluyente de lava se enfría y forma una capa dura y rocosa. En caso de que se corte el flujo, la lava puede drenar el cráter, dejando atrás una formación rocosa cilíndrica. Estas increíbles ubicaciones pueden tener un tamaño masivo, medir cientos de metros de ancho y estirarse durante una milla o más.

La NASA podría tener evidencia de un noveno planeta en el Sistema Solar

Lo siento Plutón, tal vez este podría ser tu reemplazo

Tal vez no conozcamos con exactitud cuántos planetas existen en nuestro Sistema Solar, y no estamos hablando acerca del estatus de Plutón como planeta o exoplaneta. Pues durante años, los científicos se han preguntado si podría existir un cuerpo más grande del tamaño de un planeta acechando en el Cinturón de Kuiper; ahora la NASA está cada vez más segura de esta posibilidad.

El planeta, que se encuentra muy en el borde del Sistema Solar, no se ha podido observar directamente, pero las mediciones relacionadas con los cuerpos en el Cinturón sugieren que puede estar ahí. Lo único que los científicos tienen que hacer es detectar esta presencia o verificar que no existe en absoluto.

“Tenemos cinco líneas diferentes de evidencia observacional que apuntan a la existencia de un noveno planeta”, explica Konstantin Batygin, astro físico planetario de Caltech.

En resumen, las observaciones que se han hecho apuntan a la existencia de un planeta que todavía no conocemos. El mítico Planeta Nueve está tirando de otros objetos en el Cinturón de Kuiper, lo cual representa la gravedad que ejercen todos los planetas a su alrededor, por lo que está prueba es la más fuerte con respecto a su existencia.

Los científicos no la tienen fácil para comprobar que existe, ya que está escondido en el borde del Sistema Solar. La única posibilidad de captarlo sería encontrando su leve resplandor.

Juno, el orbitador de la NASA capta impresionante foto de Júpiter y sus lunas, Io y Europa

Dosis diaria del espacio exterior y sus maravillas

Ha pasado un tiempo desde que Cassini, el observador favorito de la NASA se estrelló en Saturno y nos dejó a todos queriendo más de sus fantásticas fotos y descubrimientos, como aquella falla de Saturno que impactó a la comunidad científica.

Pero no hay de qué preocuparnos, porque a pesar de ser la más popular no es el único crucero de observación que tiene la NASA alrededor del Sistema Solar. Juno, el orbitador de Júpiter que llegó al planeta en julio del año pasado, nos regala una nueva foto para recordarnos que aún queda mucho que explorar.

La imagen muestra una porción del planeta Júpiter, junto con sus dos más grandes satélites: Io y Europa, todos bañados por la luz del sol.

La NASA explica en la publicación de la foto, en el momento en que la imagen fue capturada, Juno estaba a unas 17 mil millas de las nubes de Júpiter. Mientras tanto, Io -la luna más grande colocada más cerca de Júpiter en la imagen- se coloca a unas 298 millas y aún más lejos, Europa está a una latitud de 453 mil millas.

Esta foto del telescopio Hubble muestra la inmensidad del espacio en una nueva escala

“La ciencia podría afirmar que el universo tenía que haber conocido un comienzo” -Stephen William Hawking

Como habitantes del planeta Tierra, el Sistema Solar es aún un lugar inexplorado y de grandes proporciones. Y ni hablar de nuestra galaxia, la Vía Láctea, la cual entraña un sinnúmero de grandes sistemas planetarios.

Esta magnífica nueva foto capturada por el Telescopio Espacial Hubble pone las cosas en perspectiva, y muestra una escala impresionante de lo infinito que es el Universo.

En esta foto, cada uno de los puntos blancos brillantes, rodeados por un resplandor brumoso es una galaxia llena de estrellas. ¿Las manchas borrosas en el fondo? Esas son más galaxias individuales.

El punto más brillante que destaca en la foto es la masiva NGC 4874, una galaxia gigante diez veces mayor que la nuestra.

Cada una de estas estrellas podrían albergar una decena o más de planetas. Sólo nuestra imaginación será capaz de imaginar un número interminable de mundos alienígenas potenciales, de los cuales podrían tener las condiciones de ser habitables.

Las galaxias que se muestran en la imagen están a 350 millones de años luz de distancias. Eso significa es probable que nunca tengamos la oportunidad de visitarlos, sin embargo es un espectáculo digno de admirar.

Una nueva investigación se acerca a descubrir el origen de la radiación espacial que impacta a la Tierra

Los rayos tienden a golpear a la Tierra siempre desde un ángulo específico

Los científicos descubrieron hace varias décadas que la Tierra sufre constantemente impactos de alta energía que transmiten radiación procedente del espacio, sin embargo a pesar de los estudios se ha aprendido muy poco sobre este tema.

Recientemente, un nuevo artículo publicado en Science, investigadores del Observatorio Pierre Auger revelan que, aunque todavía no saben de dónde vienen los rayos cósmicos, sabe con certeza de dónde no vienen: La Vía Láctea.

El equipo fue capaz de determinar la ubicación de la fuente de radiación gracias al hábito de los rayos de golpear la Tierra desde un ángulo específico. Las partículas de energía que chocan contra nosotros de forma regular parecen preferir una parte específica del cielo.

Los datos utilizados para llegar a esta conclusión se recogieron durante 12 años, y las posibilidades de que sea un peculiaridad estadística aleatoria son de 1 a 5 millones.

Estamos mucho más cerca de resolver el misterio de dónde y cómo se crean estas partículas extraordinarias, una cuestión de gran interés para los astrofísicos” declaró el profesor Karl-Heinz Kampert, de la Universidad de Wuppertal. “Nuestra observación proporciona pruebas convincentes de que los sitios de aceleración están fuera de la Vía Láctea”.

Astrónomos descubren un nuevo planeta incapaz de reflejar luz solar

Su superficie es totalmente de color negro

Cuando imaginamos planetas fuera de nuestro sistema solar, podríamos soñar con mundos oceánicos, gruesas llanuras de hielo o mares hirvientes de roca fundida. Y ciertamente mundos como esos existen allá afuera… en alguna parte; recientemente científicos han descubierto un exoplaneta conocido como WASP-12b que definitivamente supera a cualquier ecosistema imaginado.

Una investigación para estudiar el planeta, arroja ambiguos, en primer lugar no se ha podido concluir exactamente de qué está hecho y ha descubierto que su superficie es totalmente negra y refleja poca luz solar.

El equipo de investigadores, dirigido por investigadores de la Universidad de McGill en Canadá y la Universidad de Exeter en el Reino Unido, utilizó el Telescopio Espacial Hubble para captar un mejor vistazo de WASP-12b con la esperanza de aprender más sobre el planeta negro. Las primeras conclusiones arrojaron que el planeta es tan increíblemente oscuro que se mezcla completamente con el espacio.

Usando el espectrógrafo incorporado del Hubble, los científicos pudieron medir la cantidad de luz que refleja el planeta, llamada albedo y sus niveles son muy bajos. Este componente tiene una proporciones de 0.064 es WASP-12b y podría compararse con el tono del asfalto fresco.

La tarea actual del equipo de investigación será determinar las proporciones del planeta. Pues debido a que se confunde con el Espacio Exterior, les ha sido imposible obtener este dato. Sin embargo, las predicciones preliminares apuntan a que mide el doble del tamaño de Júpiter.

El planeta negro se encuentra a unos 1400 años luz de distancia de la Tierra. Definitivamente, uno de los planetas más extraños del Universo.

El día llegó: Cassini de la NASA está muerta

El final de una misión épica de más de 20 años

La comunidad científica está de luto por el fallecimiento del increíble orbitador Cassini de la NASA. La nave espacial se estrelló de cabeza en la atmósfera de Saturno hace unas horas, poniendo un ardiente punto final sobre lo que ha sido una de las misiones más exitosas de la historia espacial.

Cassini fue lanzado por primera vez en octubre de 1997, hace casi dos décadas, y en realidad no comenzó a orbitar sobre Saturno hasta 2004, pasando más de 7 años completos viajando sólo por el espacio. Una vez que llegó, la nave comenzó una investigación minuciosa de 13 años del planeta, sus lunas y por supuesto, los anillos icónicos que le dan a Saturno su identidad.

Cassini nos proporcionó fotos magníficas, mostró polos peculiares de Saturno de una manera que nunca hemos visto antes, y descubrió nuevas características de los anillos que sorprendieron a la comunidad científica.

Su misión extendida fue una de las más exitosas para una nave espacial de la NASA en su historia, y después de 13 años de estudio, tuvo que sacrificar su propia vida no porque fuera muy vieja para el trabajo, sino porque su fuente de combustible de plutonio se estaba agotando.

Y así, la NASA envió a Cassini en un viaje de ida a la atmósfera de Saturno para terminar su viaje. Envió sus últimas fuentes de datos mientras se quemaban, y eventualmente se desintegró en una bola de fuego.

La NASA celebró el evento agridulce con una transmisión en vivo, revelando el último momento de la vida de Cassini, y declarando oficialmente el fin de una misión épica.

Las lunas de Urano, Cressida y Desdémona, van directo a chocar entre sí

Accidentes similares han ocurrido durante la vida del planeta

Si llegáramos al punto de nuestra historia como humanidad en el que pudiéramos viajar a otros planetas, Urano es un lugar que deberías evitar, al menos por un periodo largo de tiempo.

Pues una nueva investigación sugiere que sus lunas están actualmente en un curso de colisión entre sí.

Un estudio dirigido por Robert Chancia de la Universidad de Idaho, descubrió que una de las lunas del planeta, Cressida, está actualmente en una órbita que la llevará a chocar directamente con su hermana Desdémona.

Cressida es bastante pequeña, incluso es más pequeña que nuestra Luna, mide sólo 82 kilómetros de diámetro. Se cree que está parcialmente hecho de hielo, aunque los investigadores desconocen otros materiales de su composición.

En cuanto a Desdémona, es aún más pequeña, pero la densidad con la que las lunas están situadas alrededor de Urano podría conducir a una catástrofe. Pero, ni nosotros, ni los hijos de nuestros hijo estarán vivos para presenciar este hecho sin precedentes, ya que el equipo de investigación cree que sucederá en un millón de años. Las otras lunas del planeta, Cupido y Belinda, seguirán su ejemplo.

Los científicos creen que accidentes similares han ocurrido con anterioridad en Urano, y se teoriza que algunos de los escombros que actualmente orbitan alrededor del planeta en un sutil anillo, son producto de esas colisiones.