El primer evento documentado sucedió en 1207 antes de Cristo

Una investigación de científicos británicos, que involucra análisis lingüístico de idiomas milenarios, antiguos escritos astronómicos de Babilonia, estelas de Egipto y cálculos modernos parece haber encontrado el primer registro de un eclipse solar.

Lo sorprendente viene al conocer la fuente, el primer libro impreso de la historia de la humanidad: la Biblia, ha tenido este registro desde hace más de 2 mil 500 años.

En el pasaje de Josué 10:12-13, el conquistador de la tierra prometida y profeta de judíos, cristianos y musulmanes, según la Biblia; hace una referencia a este evento.

“Ese día en que Yahvé entregó a los amorreos en manos de los israelitas, Josué le dijo a Yahvé en presencia de todo el pueblo:
«Sol, detente en Gabaón, Luna, párate sobre Ayalón».
El Sol se detuvo y la Luna se paró, hasta que Israel se vengó de sus adversarios.
Esto está escrito en el libro de Jaser. Y, en efecto, el Sol se detuvo en el cénit y no se movió de allí por casi un día entero”.

Más allá del significado mítico que puede parecer este pasaje, la traducción en hebreo original tiene otro significado: “el Sol y la Luna dejaron de hacer lo que normalmente hacen: pararon de brillar”, dice el investigador Colin Humphreys coautor de esta investigación.

Según las investigaciones este evento cósmico se registró el 30 de octubre de 1207 a.C., a unos kilómetros al noreste de Jerusalén. Si la investigación es aceptada como válida entre la comunidad científica se convertiría en el eclipse solar más antiguo del que se tiene registro.

Es sólo hasta el año 700 a.C. que los chinos comienzan a registrar eclipses, por lo que este evento se convertiría en clave para la historia astronómica.