Esta piel electrónica puede curarse a sí misma y crear más ella en el proceso

Podría utilizarse en la fabricación de prótesis, robots o textiles inteligentes

En una búsqueda para hacer que los dispositivos electrónicos sean más amigables con el medio ambiente, investigadores han desarrollado una piel electrónica capaz de reciclarse al 100%, en caso de romperse.

El dispositivo, presentado en la revista Science Advances, en básicamente una película delgada equipada con sensores que pueden medir la presión, temperatura, humedad y flujo de aire. Está compuesta por tres materiales mezclados en una matriz y unidos con nanopartículas de plata.

Cuando la piel se corta en dos, la adición de dichos compuesta permite que se cure por medio de recreación de sustancias químicas y enlaces. De esta forma, la matriz se restaura y la piel queda como nueva. En caso de que se destruya por completo, puede rehacerse desde cero.

Este avance es de gran importancia, ya que en el futuro podría utilizarse para prótesis, robots o textiles inteligentes.

Esta nueva piel electrónica permite manipular objetos virtuales

A través de imanes que permiten apagar interruptores y escribir en teclados virtuales

Una tecnología recientemente desarrollada podría revolucionar el futuro de la realidad virtual (RV).

La innovadora piel electrónica, conocida como e-skin, es una tecnología suave, flexible y portátil que permite al usuario manipular objetos que existen solo en el mundo virtual.

Publicado en la revista Science Advancesla nueva piel es una película delgada que se puede usarse en la mano y manipularse para interactuar con un imán.

El software especialmente diseñado, puede controlar lo que ocurre en cada ángulo y permite que el movimiento de la mano del usuario dicte comandos específicos. Los usos para esta tecnología, podrían incluir apagar interruptores de luz virtuales y escribir en teclados con resultados tangibles.

Actualmente, los investigadores que desarrollan e-skin están usando campos magnéticos del tamaño de imanes de refrigerador. Pero buscan trabajar en campos más pequeños para que la tecnología se pueda controlar con gestos mucho más finos.

Foto de D. Makarov.