Según un investigador de la UNAM la teletransportación es posible

Técnicamente ya lo logramos

Saúl Ramos Sánchez, investigador del Instituto de Física de la UNAM, explica que la posibilidad de teletransportarnos, en algún momento en el futuro, es técnicamente posible.

Hasta el día de hoy, científicos han sido capaces de teleportar partículas aisladas como fotones y electrones. Para lograrlo utilizaron un elemento fundamental de la mecánica cuántica llamado entrelazamiento, descubierto en 1935 por los físicos Albert Einstein, Boris Podolsky y Nathan Rosen.

Este proceso funciona bajo el principio de que dos partículas idénticas entrelazadas cuánticamente forman una pareja tan unida que lo que le afecta a una provoca de inmediato una reacción en la otra.

“Por ejemplo, si quisiéramos teleportar un número 0 o 1 con ayuda de dos partículas entrelazadas, podríamos codificarlo en el estado cuántico de una partícula que esté aquí, y su compañera ubicada al otro lado del Universo recibiría la información instantáneamente”, declaró el investigador.

Pero, ¿sería posible realizar este procedimiento en humanos u objetos?

Técnicamente podría ser viable: átomos y moléculas como las de un ser vivo podrían depositarse en dos cápsulas entrelazadas una con la otra; si se lograra transmitir información entre ellas, técnicamente se viajaría de un lugar a otro.

Es decir: la anhelada teletransportación.

Suena relativamente fácil, pero no lo es. El primer reto sería aprender a descifrar y codificar la información contenida en las miles de millones de partículas que componen un cuerpo.

Faltaría también encontrar una forma de entrelazar un número tan grande de átomos y moléculas e impedir que se rompa su entrelazamiento cuántico. Además, para los científicos, queda pendiente conocer qué pasaría con la personalidad, conciencia y opiniones de una persona teletransportada, ¿viajarán también?

En 2012, ya se logró transportar información a casi 150 kilómetros de distancia mediante fotones y actualmente se busca romper el récord.

El investigador concluye que en un terreno ambiguo la teletransportación ya es real, aunque aún no seamos capaces de transportar objetos o seres humanos. Quizá en un futuro distante lo logremos.