La opinión de una persona, un problema más grande

Hace unos días comenzó a circular por correo electrónico, en Google, un documento creado por un ingeniero de software de la compañía donde se pedía cambiar las iniciativas a favor de la diversidad en la empresa por políticas que fomentaran la “diversidad ideológica”.

El documento refleja la opinión personal de una persona, pero pronto se viralizó dentro de la empresa despertando opiniones a favor y en contra.

“La cámara de resonancia ideológica de Google”, es un manifiesto que, entre otras cosas, argumenta que la brecha de representación entre hombres y mujeres en el sector tecnológico se debe a diferencias biológicas entre ambos sexos. Por otro lado, se señalaba que la empresa no debería ofrecer programas para minorías raciales o de género que no tienen suficiente representación.

La mayoría de trabajadores del gigante tecnológico se mostraron en desacuerdo y denunciaron su contenido.

Esta noticia se inserta en un contexto donde Google está siendo investigado por el Departamento de Trabajo Estadounidense por las diferencias salariales entre hombres y mujeres y por considerar que fomenta la discriminación de personas de color.

Más tarde la compañía anunció el despido del trabajador exponiendo que dicho documento viola el código de la compañía.

Sundar Pichai, CEO de la empresa, se opone a las afirmaciones que hablan de las condiciones de género y raza del manifiesto, pero acepta que se debe crear un entorno más tolerante donde todas las opiniones tengan lugar.