Desde 1975, su empresa ha revolucionado el negocio de la moda.
Hace unos días, la revista Forbes anunciaba que había una nueva persona en obtener el título como el hombre más rico del mundo. Por primera vez, desde el año pasado, el filántropo Bill Gates (dueño y fundador de Microsoft), dejaba el codiciado puesto para darle lugar a un empresario español: Amancio Ortega.
Pocas son las personas que reconocen este nombre. Y es porque él ha querido que sea así. No es un excéntrico millonario que gasta su dinero como si no hubiera un mañana, más bien, es una persona que desborda humildad. Gusta de un café todas las mañana en la pequeña tienda donde lo ha comprado por años, viste de manera sencilla y a veces repite la misma ropa. Es muy poco común que ofrezca una entrevista o asista a algún evento. Por lo tanto, su vida personal es casi enigmática.
A sus 80 años de edad, el empresario gallego, también considerado el hombre más rico de toda Europa, ha creado un negocio que se ha expandido a más de 91 mercados en el mundo y tienen más de 7,000 establecimientos. Basta que visites cualquier centro comercial de México, o del mundo entero, y veas las filas llenas de compradores en sus tiendas de ropa: Zara, Pull&Bear, Bershka, Stradivarius o Massimo Dutti.
Sin embargo, la historia del hombre detrás del grupo Inditex, una de las empresas más grandes de ropa, accesorios y artículos para el hogar en el mundo, inicia con una niñez sumergida en la pobreza.
En su biografía “Así es Amancio Ortega, el hombre que creó Zara”, escrita por Cavadonga O’Shea y autorizada por el mismo español, menciona un momento que lo marcaría de por vida. España estaba al borde de la Guerra Civil, su familia apenas podía solventar los gastos y había días terribles sin poder traer alimentos a casa. Un día, acompañando a su madre a comprar ciertos abarrotes, escuchó a alguien decir: “Señora, no podemos fiarle más”. La impotencia, y en cierta forma, la humillación de no poder pagar las deudas familiares le hizo prometerse así mismo no volver a tener una situación similar a la que estaban viviendo. Y vaya que lo cumplió.
Con apenas 12 años, dejó la escuela y comenzó a trabajar en una tienda de camisas en La Coruña. El paso del tiempo le hizo ganar experiencia, comprendió el valor de las costuras y de la moda en la ropa. Su visión lo llevó a otro establecimiento, donde también trabajaban sus hermanos, a confeccionar trajes de mayor elegancia. El oficio de sastre le hizo conocer diferentes contactos: desde fabricantes textiles hasta clientes potenciales. Estos mismo le ayudarían a formar su primer negocio independiente: Zara.
¿Por qué Zara se volvió todo un éxito? Es una cuestión muy simple que muchos ignoraban, pero Amancio Ortega lo supo interpretar: la relación producción-tiempo. Empresas de gran poder en el mundo de la moda, como Dior o Calvin Klein, crean colecciones para cada temporada. Diseñan con un año de antelación para empezar a producir durante meses toda la ropa que se llevará a las tiendas. Zara, hace todo este proceso en cuestión de días. Un 40% de la ropa que se presenta en las tiendas cambia cotidianamente todas las semanas.
También, la mayor parte de los diseños de su línea de ropa, está basada en el gusto de sus propios clientes. Inditex cuenta con profesionales que “olfatean” las tendencias que sigue el público donde vestir a la moda es esencial. De ahí surgen las ideas para crear nuevos estilos de ropa o un nuevo conjunto que pueda satisfacer a los clientes. El mismo Ortega menciona que en varias ocasiones llegó a ver chamarras o cazadoras en la calle, y dos semanas después, los estaba vendiendo en todas sus tiendas.
Por último, el precio fue también un factor principal. Vestir a la moda era casi exclusivo de la alta sociedad. Por ello, Zara tuvo una propuesta: no necesitas de mucho dinero para vestir bien. Esta relación calidad-precio tuvo un impacto significativo para que, sin importar tu nivel socio-económico, en el mundo se vistiera de un forma elegante, casual y actual a lo que demanda los nuevos gustos de las personas.
La fórmula que instauró Zara se convirtió en un negocio, que inició con unos ahorros de trabajo arduo, hasta llegar a ser valorado en más de 9 mil millones de euros. A pesar de que Amancio Ortega dejó la presidencia de Inditex hace casi 5 años, su fortuna sigue subiendo con una estimación de más de 70 billones de dólares.
Debido a que las acciones en el mercado fluctúan en un abrir y cerrar de ojos, el empresario español solo disfrutó del título un par de días. Pero la satisfacción de cumplir el sueño de su infancia, eso no se logra ni con todo el dinero del mundo.