Conoce la historia de esta increíble mujer que cambió la historia

Una pareja casada fue la responsable de los fundamentos del código moderno y de los principios que le dieron a la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos una ventaja en el campo de criptoanálisis. Aunque el marido, William Friedman, se lleva casi siempre la mayor parte del crédito, su esposa Elizebeth Friedman era en todo sentidos su igual.

Durante la Segunda Guerra Mundial, ambos trabajaron en total secreto y muchas décadas después apenas se están revelando los mayores secretos de su importante misión, que consistía en descubrir lo que el bando enemigo (los nazis) quería realizar casi siempre descifrando los códigos de la famosa “Mujer de las Muñecas” sospechosa de trabajar para los japoneses.

Elizebeth vivió durante 88 años y tras el paso de la historia se le ha considerado como una criptoanalista experta, pero también autora de varios libros, es una pionera de la criptografía de los Estados Unidos y es considerada la primera mujer criptoanalista.

Los Friedman.

La historia del criptoanálisis ha tenido un largo recorrido. Desde códigos creados con lápices y papel hasta los primeros sistemas tecnológicos como la maquina Enigma, utilizada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Actualmente las computadoras juegan un papel crucial para crear sistemas cada vez más finos y complejos.

El primer trabajo de Elizebeth dentro de esta disciplina, fue durante los tiempos de la Ley Volstead (1919), cuando la venta, importación y exportación de licores estaban prohibidas en Estados Unidos. Durante está época se le brindó a Friedman y a su equipo de criptoanalistas oportunidades para perfeccionar sus habilidades ya que se encontraban trabajando junto al Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Todo su esfuerzo estaba dedicado a ubicar potenciales lenguajes encriptados y frustrar operaciones de contrabando.

Posteriormente, el suceso que marcó la carrera de esta criptoanalista fue el detener a Velvalee Dickinson, una de las espías más importantes durante la Segunda Guerra Mundial, que junto a su pareja se convirtieron en agentes encubiertos a favor de Japón. Conocida como la “Mujer de las Muñecas” enviaba material codificado clave con los movimientos de las operaciones navales de Pearl Harbor, estos intercambios fueron analizados y resueltos por Elizebeth Friedman.

El suceso histórico terminó con un veredicto donde se declaraba como culpable a Dickinson y construyo el legado de una importante mujer, Elizebeth.