Los científicos desconocen dónde impactará con exactitud

Con la incorporación de los vuelos regulares por parte de SpaceX, fotos fantásticas de mundos lejanos cortesía de naves como Hubble y la discusión cada vez más real sobre la colonización de Marte es fácil olvidar que a los seres humanos aún nos falta mucho por aprender sobre el espacio.

El ejemplo más reciente es la Estación Espacial Tiangong-1 de China, lanzada en 2011, de la cual se espera que azote en la atmósfera terrestre a finales de este año.

La estación espacial, funcionó bien para China durante su estadía en el espacio, pero sus controladores aquí en la Tierra perdieron el control total sobre ella, admitiendo el inevitable colapso sobre la Tierra.

La buena noticia para China es que el calor generado por la fricción entre la estación espacial y la atmósfera de la Tierra harán que la nave se incinere cuando caiga, aunque los científicos apuestan que no será suficiente para destruirlo por completo.

Es imposible predecir exactamente dónde o cuándo comenzará a caer. Los científicos no sabrán el área de impacto potencia hasta unas cuantas horas antes de la caída.