La tecnología da dos pasos hacía atrás en su prometedor futuro
Volvió descubrió recientemente que sus automóviles autodirigidos no son capaces de reconocer a los canguros, debido a que su forma de movimiento es diferente de otros animales grandes.
El gerente técnico de Volvo Australia, David Pickett, explicó que el salto de animal arroja datos confusos al sistema de detección de animales del coche. “Hemos notado que el canguro cuando salta parece encontrarse más lejos que cuando aterriza”.
Los coches autónomos detectan animales usando el suelo como punto de referencia para determinar la distancia.
Según un informe realizado en 2016, los canguros causan más accidentes que cualquier otro animal en Australia: en 9 de cada 10 colisiones un canguro está involucrado.
Aunque este problema ha sido detectado por Volvo, cualquier compañía tendría que trabajar en este problema. Hasta el momento, la compañía ya se encuentra ajustando el software para que los canguros allá afuera se encuentren a salvo.
La tecnología self-driving ha presentado numerosos problemas; éste no es el primero. Science Magazine descubrió en una encuesta cómo las personas pretenden que estos vehículos tomen decisiones cuando se enfrentan a un debate moral. Autos de Uber tienen problemas en detectar carriles designados para bicicletas y Google admitió que sufrió un accidente en una de sus pruebas.
Esperemos que estos problemas sean resueltos de manera efectiva para que conductores y peatones (incluidos los que saltan) se encuentren más seguros.