Se podría usar sin riesgo contra enfermedades de micosis, como las que podrían presentarse a causa del sida o cáncer

Investigadores orgullosamente mexicanos, desarrollaron una molécula derivada de la Anfotericina B, sólo que es más potente que este antibiótico frente a las enfermedades micóticas, pero provocando menos toxicidad colateral.

Nombrada “A21”, se ha comprobado de manera exitosa en algunas pruebas preclínicas. Actualmente se trabaja con autoridades sanitarias y farmacéuticas para poder probarse en humanos.

La Anfotericina B, producida por la bacteria Streptomyses nodosus, se ha usado terapéuticamente por mucho tiempo contra enfermedades de micosis oportunistas, como las que podrían presentarse en una inmunodepresión por sida o cáncer. El problema es que al microorganismo no le importa si además de exterminar al hongo mata a los mamíferos.

La potente molécula fue resultado de 15 años de investigación e involucramiento de disciplinas como la electrofisiología, síntesis orgánica, microbiología, dinámica molecular e incluso cancerología.