La clave está en el elemento químico boro, importante en la formación del ARN

El Marte con el que hoy convive nuestra Tierra dista mucho de lo que era hace millones de años. El paisaje seco y rojizo del planeta alguna vez tuvo agua y los científicos han descubierto pruebas de que ríos alguna vez fluyeron sobre su superficie.

Esto, sin duda, nos hace preguntarnos sobre la posibilidad de que nuestro vecino haya albergado vida en el pasado. Un cuestionamiento que a los investigadores les encantaría contestar, y un nuevo estudio apuesta por esa posibilidad.

En un artículo de investigación publicado en Geophysical Research Letters, Patrick Gasda del Laboratorio Nacional de Los Alamos revela que el rover Curiosity de la NASA ha detectado la presencia del elemento químico boro en el cráter de Gale en Marte. Esto es increíblemente significativo porque se piensa que el boro puede ser un material clave para el desarrollo del ARN, vital para los seres vivos.

“Debido a que el boro puede desempeñar un papel importante en la fabricación de ARN -uno de los pilares de la vida- encontrar este elemento en Marte abre aún más la posibilidad de que la vida podría haber surgida una vez en el planeta”, dice Gasda. “El boro es un puente entre moléculas orgánicas simples al ARN. Sin ARN, no hay vida. La presencia de este material nos dice que, si los compuestos orgánicos estuvieran presentes en Marte, podrían haber ocurrido las reacciones químicas antes mencionadas.

La ubicación de este componente descubierto en Marte también dice mucho. Se detectó en las venas de sulfato de calcio, señalando la presencia de este en las aguas subterráneas. Se piensa que la vida tiene su inicio en el agua, y las condiciones en el cráter del vendaval habrían sido adecuadas para la vida tal y como la entendemos.