El fenómeno espacial más impresionante del año: ondas gravitacionales de una explosión estelar

La predicción de Einstein se ha hecho realidad

Hace más de un siglo, Albert Einstein predijo por primera vez la existencia de las ondas gravitacionales; y hace unos días fueron captadas junto al estallido de luz producidos por la fusión de dos estrellas neutrones, las más pequeñas y densas del universo.

La fusión de las dos estrellas  sucedió hace 130 millones de años en NGC 4993, una galaxia de la constelación de Hidra. Cuando se aproximaba su colisión, los dos cuerpos celestes liberaron su masa en forma de ondas gravitacionales que se expandieron a la velocidad de la luz; como decía Albert Einstein con la Teoría de la Relatividad, deformaron el espacio y tiempo hasta llegar a la Tierra.

El primer en detectarlo fue el software de detección automática del observatorio de ondas gravitacionales LIGO en Estados Unidos, del cual sus creadores ganaron el premio Nobel de Física este año.

Segundos después, el telescopio espacial Fermi de la NASA y el Integral de la Agencia Espacial Europea observaron un estallido de rayos gamma, la explosión más fuerte después del Big Bang. En cuestión de semanas, 70 observatorios alrededor del mundo captaron el evento con rayos x, ondas de radio, luz visible e infrarroja.

La fusión duró en total 100 segundos y la comunidad científica lo considera un hito histórico, pues se tiene el calculo que este tipo de explosiones solo suceden una vez cada 10 mil años.

El Nobel de Física 2017 es para la investigación de tres científicos sobre la detección de ondas gravitacionales

Einstein consideraba que este avance era imposible

Definido como “el descubrimiento que sacudió al mundo” por el jurado del premio Nobel, el reconocimiento al campo de la física de este año, va para tres científicos estadounidense y su investigación en LIGO, el detector de ondas gravitacionales.

Rainer Weiss, Barry Barish y Kip Thorne fueron reconocidos con el premio por su “contribución decisiva en los detectores de LIGO (Observatorio de detección de ondas gravitatorias) y la observación de ondas gravitacionales”.

El primer en predecir la existencia de estas señales, fue el famoso Albert Einstein, pero estaba convencido de que no podían detectarse. Un siglo después, los detectores de LIGO captaron la primera señal de una onda gravitacional, tras un trabajo que les llevo medio siglo.

Fue producida a raíz del choque de dos agujeros negros decenas de veces más grandes que el Sol. Su onda expansiva había viajado por el universo unos mil 300 millones de años antes de ser captada.

La primera onda gravitacional fue captada 20 años después de que se construyera la primera versión del observatorio. Einstein acertaba al suponer que las señales serían tan pequeñas (mil veces más que un protón) que captarlas sería casi imposible, sin embargo subestimó el desarrollo de las tecnologías que harían posible captarlas.