Esta langosta fue captada nuevamente después de un siglo de su supuesta extinción

Se especuló que su desaparición fue causada por el hombre, que llevó una plaga de ratas a su hogar natal causando su extinción

Descubrir que una especie que se cree extinta se encuentre viva es prácticamente imposible, más aún si el nuevo encuentro sucede casi un siglo después de que el total de su población fue diezmada. Pero esto pasó hace algunas semanas, donde un peculiar insecto australiano llamado Dryococelus australis fue ubicado nuevamente.

Los científicos han confirmado que el insecto, de alguna manera, logró evitar la extinción después de que los humanos diezmaron su población.

Antes de 1918, la Isla Lord Howe frente a la costa de Australia era el hogar de una mezcla diversa de especies que no existían en ninguna otra parte del planeta. Una de esas especies era esta langosta de árbol, un insecto grueso y parecido a un palo. Cuando un naufragio en ese mismo año introdujo a las ratas negras a la lista, volvieron el ecosistema local un caos, llevando a varias especies a la extensión.

Varias décadas más tarde, una especie similar se encontró en una pequeña masa volcánica llamada Ball’s Pyramid, a sólo 12 millas de la Isla Lord Howe. Más adelante, gracias a unas pruebas de ADN se confirmó que pertenecían a la misma especie.

Actualmente, los científicos planean liberar a la Isla de su problema de ratas a partir del próximo año, momento en el que sería posible reintroducir al insecto en su hogar natal. Sin embargo, antes de que suceda los ejemplares de esta especie tendrían que aumentar en cautiverio.

La vaquita marina podría desaparecer este año: se acabó la veda que las protegía

La falta de acciones inmediatas es preocupante

Ni con la petición que realizó el actor Leonardo DiCaprio al presidente Enrique Peña Nieto hace menos de un mes pudieron concretarse acciones para que la vaquita marina deje de estar en riesgo de extinción.

El día de ayer se terminó la veda en la pesca comercial del Alto Golfo de California que pretendía salvaguardar la vida de esta especie. Únicamente quedan 30 ejemplares de vaquita marina en el mundo: desde hace 5 años ha desaparecido el 90 por ciento de los ejemplares sobrevivientes; el número pasó dramáticamente de 200 especies a sólo 30.

La causa más común de la desaparición de la especie es el uso de redes de enmalle que utilizan los pescadores ilegales para pescar al totoaba (otra especie en extinción), donde las vaquitas se atoran y después mueren.

Algunas de las recomendaciones para cuidar a la especie incluyen: la prohibición permanente de este tipo redes, una estrategia integral para la recuperación de su población y el uso de técnicas de pesca alternativas y que no dañen a las especies marinas.

Asociaciones como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) reclaman la falta de acciones concretas para la conservación de esta especie. Si no se hace algo ahora, es posible que nos despidamos del último ejemplar de esta especie al final de este año.