Ingenieros construyen un robot que puede sudar cuando siente calor

Y lo hacen mejor que nosotros, los seres humanos

Los robots tienden a calentarse cuando se usan por un promedio de horas, y enfriarlos es un serio desafío para los ingenieros, pero investigadores de Japón han encontrado una forma de evitarlo, inspirándose en seres humanos.

Los ingenieros de robots en el Laboratorio JSK de la Universidad de Tokio diseñaron un robot humanoide llamado Kengoro que enfría sus motores de la misma manera que el cuerpo humano se enfría cuando las cosas se ponen un poco calurosas: sudando.

A medida que el refrigerante cae sobre los componentes del robot, se evapora como el sudor humano, proporcionando una solución de enfriamiento. El armazón de metal de la máquina se ajustó para permitir que el líquido salga por canales pequeños, similares a las glándulas sudoríparas humanas, para que pueda liberar calor gradualmente.

Sorprendentemente, el nuevo sistema de “sudor” funciona increíblemente bien, y ha demostrado ser tres veces mejor que el enfriamiento pasivo del aire para mantener los motores de Kengoro a una temperatura aceptable. Sí, los robots ya son mejores que tú en todo, y ahora incluso pueden sudar mejor también.

Cuando los humanos sudan, la humedad que se expulsa de nuestra piel se evapora y nos enfría. Los robots generalmente no tienen la misma ventaja, pero cuando los ingenieros detrás del robot Kengoro descubrieron que los motores de la máquina se estaban calentando demasiado, se vieron forzados a encontrar la manera de enfriarlos. Decidieron convertir los “huesos” de metal de Kengoro en depósitos de refrigerante que se liberan gradualmente de manera similar a cómo un humano suda.

Un nuevo tipo de vidrio que puede arreglarse por “sí sólo” acaba de ser descubierto por accidente

Sería perfecto para teléfonos inteligentes

Mientras investigaban nuevos tipos de adhesivos, los investigadores de la Universidad de Tokio tropezaron con un tipo de vidrio que puede reparar sus propias grietas, según información del sitio Japan Today.

Al parecer, dos fragmentos rotos pueden fusionarse nuevamente en unos pocos segundos con una presión firme, y el vidrio recupera su resistencia original en un par de horas. La investigación está en sus primeras etapas, así que no hay que desconfiar del extraño aspecto que tiene el vidrio o la “grieta” que queda después de que el vidrio se haya fusionado nuevamente. Como dice Japan Today, “sigue siendo un paso en una buena dirección”.

Este vidrio autoreparable podría convertirse en un recurso atractivo para una amplia gama de industrias. Para la de teléfonos inteligentes, podría significar menos pantallas rotas que se reparan solas.

Sin embargo, pueden pasar varios años para que el uso de esta material se haga popular en el mercado, incluso queda pendiente que los investigadores terminen de trabajar con este, para que esté listo para cualquiera de las industria en las que pueda usarse.

Aún así, es bueno saber que este sistema de reparación automático puede convertirse en realidad en un futuro cercano.

Este robot ha superado al 80% de estudiantes en el examen de admisión para la Universidad de Tokio

Aunque tampoco fue aceptado

La tecnología detrás de la inteligencia artificial aún es imperfecta; pues todavía no puede entender significados o identificar emociones, sin embargo de lo que sí es capaz es de escribir un ensayo bastante bueno sobre el comercio marítimo en China durante el siglo XVII.

No te sorprendas, esto fue explicado durante una conferencia TED realizada en abril pasado; la experta en tecnología IA, Noriko Arai, explicó el funcionamiento de su robot, Todai. Esta máquina fue programada para realizar el examen de ingreso a una de las universidades más prestigiosas de Japón, la Universidad de Tokio.

Aunque Todai no obtuvo el puntaje suficiente para entrar, el robot aún superó al 80% de los estudiantes que también hicieron el examen, el cual constaba de siete secciones, incluyendo matemáticas, inglés, ciencias y un ensayo de 600 palabras.

Contrario a lo que esperábamos el resultado no fue motivo de celebración para su creadora, sino de alarma.

Noriko Arai piensa aún en las evidencias que suponen que las máquinas reemplazarán grandes franjas de la fuerza de trabajo mundial: primero empleos de manufactura y luego, quizás, en trabajos de oficina; la investigadora ve esto como una prueba que la educación actual es defectuosa y necesita hacerse algo al respecto.

El peligro de la inteligencia artificial, y de máquinas como Todai, es que es muy posible que en el futuro lleguen a superar la memoria y la cognición humanas, sugirió la investigadora. El cerebro humano nunca podrá competir con el poder de verificación de hechos de una computadora, apuntó.

Los seres humanos aún sobresalimos en el reconocimiento de patrones, proyectos creativos y resolución de problemas. Somos capaces de leer y entender. Arai señala que eso es un punto fuerte que tenemos y hasta ahora las máquinas no han logrado.

Durante su charla, Arai instó a los asistentes a pensar en un nuevo modelo de educación: en la que se enseñe a los niños no sólo a memorizar hechos, sino también a analizar y prensar críticamente acerca de ellos.

Entérate de más en su charla: